Increible pero incierto (es ficción). Pero la verdad es que siempre me hizo gracia esta afirmación que sale de una de las escenas de una de las mejores películas de todos los tiempos: La naranja mecánica (A clockwork orange). Y es que en una de las escenas que a mi más me gustan o al menos más recuerdo de este film, una mujer acaba muriendo (sí señores) de un pollazo; un brutal pollazo en toda la cara... y para los que no lo crean he aquí la prueba.
...evidentemente tenía truco. La polla era de escayola (según un amigo) y de unas dimensiones que ni la del mismísimo Rocco Sifredi.
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