Humor negro y sin coma, es lo que se puede ver en el programa de cuatro 'El hormiguero', cuando aparece un personaje llamado Toño, el diablo sobre ruedas.
Pues resulta que aparece una persona en silla de ruedas contando monologos de humor, y riéndose sobre sí mismo, es decir, sobre su evidente problema.
A mi personalmente esto me crea cierta controversia. Cierto es que sus monologos están llenos de chistes de tetrapléjicos y de los cientos de problemas que tienen estos en nuestra sociedad debido a las múltiples barreras que existen; y esto, pues no mola. Pero cierto también es, que sus monologos son muy divertidos, y que Toño tiene todo el derecho a reirse de ello, y sobre todo, de sacar partido de su problema; es más que presumible, que si no estuviera en silla, no sería humorista.
Pero el verdadero problema, a mi entender, existe en el público. ¿¿¿Es lícito reirse de todo esto???...
A mí sinceramente, me cuesta reirme de ello y no porque no me haga gracia, sino todo lo contrario, sino porque reirse del humor negro, o de las desgracias de los demás no me parece correcto...
Es un tema realmente complejo: muchos sienten lástima por él... pero si él desea hacer humor y reirse de su problema, no será el público el que le quite la ilusión, todo lo contrario, hará lo que más desea hacer: reir.
Es un tema realmente complejo: muchos sienten lástima por él... pero si él desea hacer humor y reirse de su problema, no será el público el que le quite la ilusión, todo lo contrario, hará lo que más desea hacer: reir.
Bravo por él, es todo un ejemplo de superación. ¿No os parece?
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